Santas y putas mujeres

"Todas las mujeres son unas putas, menos mi madre, que es una santa" Este era uno de los contenidos del "pensamiento" de aquella España católica del exterminador Franco. A mí que no me vengan con cuéntames porque lo he vivido.
"A mi madre y a mi hermana, ni mentarlas" También las madres de los nostálgicos del franquismo eran unas putas para los demás hombres. La mujer era una puta o una santa, un cero a la izquierda o una monja. La mujer anunciaba un coñac que era "cosa de hombres" o estaba en casa "con la pata quebrada" porque "la mujer y la sartén en la cocina están bien" y ya se sabía que eran "puta la madre, puta la hija y puta la sombra que las cobija"
Llegué a actuar en pueblos de mierda en los que sólo iban los hombres al teatro. Mucho de esto y más existe en los paises musulmanes hoy en día. Y mucho de esto hay en las cabezas del alcalde de Valladolid y similares.
"Se va a casar Fulanito, ¡ya hay mujer para todos" Era una gracieta para ofender "afectivamente" a Fulanito, pero lo que se daba por hecho es que su novia tenía que ser tan puta como el resto de las mujeres.
Son recuerdos de aquellos tiempos deprimentes en los que, según los fachas, "vivíamos mejor"
Tiempos de esperanza y espera, de aguardar la llegada de una Democracia en la que la mujer iba a ocupar un lugar digno, dejando de ser santa, puta y esclava con la pata quebrada.

Queda una asignatura pendiente, la sociedad debe eliminar a los machistas sádicos, esos infectos maltratadores que aún se piensan que la mujer es un ser inferior de su exclusiva propiedad a la que tienen derecho a maltratar.