Se acerca San Antón, fecha en la que los curas bendicen animales. Los "ministros de Dios" también bendicen rascacielos, gasolineras, tiendas, barcos e incluso sucursales bancarias. Pero matrimonios homosexuales todavía no. A lo mejor dentro de 500 años...
Me gusta el nombre que le han puesto a la operación que investiga una trama de corrupción en la Consellería de Medio Ambiente del Consell de Mallorca: Operación Cloaca. Queda como muy propio.
Ha muerto Aramburu Topete, el general que intentó pararle los pies a Tejero, un golpista estrafalario y mostachudo que alguien puso en el Congreso de los Diputados para alterar la paz democrática.
El esperpento con tricornio no obedeció a su superior y el acojono duró toda la noche. El general Aramburu Topete supo estar en su sitio, incluso cuando Tejero amenazó con matarle y sus sicarios montaron las armas.
La vida no vale nada en México. En ninguna parte, pero menos en México. Los periódicos de hoy dicen que "el pueblo ya está harto de sangre" y que el presidente, Felipe Calderón, va a salir a la calle a hablar con los ciudadanos. Me parece pura demagogia, ya se sabe lo que quieren los ciudadanos: vivir, vivir, vivir, vivir, vivir, vivir, vivir..., aunque la vida sea una puta mierda en México, Haiti, Afganistán, Irán, Somalia, Venezuela, Yemen, Etiopía..., la línea de puntos suspensivos es muy larga.
Me quedo con aquel México del genial Cantinflas, donde todos los malos eran gilipollas y acababan siendo derrotados por el hombrecillo del pantalón caído mostrando los calzoncillos por la parte del culete, una moda que ha tardado una barbaridad de tiempo en imponerse.
Recomiendo encarecidamente el último post de Javi Rumí. LLeva por título "Broma telefónica al Rey" y podeis acceder clicando en http://elblogdejavirumi.blogspot.com o simplemente clicando sobre su nombre en el comentario que ha dejado en mi post de aquí abajo. La voz del entrevistador es la del propio Javi.
En el santoral católico de hoy, 14 de Enero, hay 11 santos. El de nombre más curioso es San Potito. Fue mártir. Tras ser torturado lo ejecutaron a espada. Sucedió en Dacia, hoy Rumanía.
