Drogas

La droga Nº1 en esta bendita tierra laica es el tabaco, así se justifican todas las movidas antigobierno que están montando los sufridos hosteleros. La droga Nº2 es el alcohol. Para que un pueblo se considere importante debe contar con muchos baretos y al menos un botellón callejero juvenil semanal. La droga Nº3 es la cocaína, consumida tanto por ejecutivos como por gilipollas de todo tipo y condición.
Según un reciente estudio, los parados se drogan más que los no parados. Están tan jodidos que se meten de todo. Vamos, hasta se dejan dar por el culo, que también es meterse algo, con el fin de disponer de unos euros y meterse otras cosas que les gusten más.
Yo creo que la mayoría somos más o menos unos parados. Hoy me he enterado de que estoy en el grupo social de "pobreza relativa" o "supervivencia", dado lo menguado de mi sueldo. A lo mejor también permito que me metan algo por el culo para aumentar mis ingresos mensuales, aunque dudo que a mi edad consiga una clientela selecta.




Bebés robados

Ahora nos enteramos de que, mientras duró la gracia de Dios del hijo de puta de Franco - uno que era drogota de poder, además de asesino profesional de la categoría genocida - se robaban bebés en España. Comenzaron robándolos a los hijos de las mujeres republicanas y siguieron con los hijos de cualquier matrimonio. Se supone, dados los testimonios recogidos, que podrían ser varios cientos de miles los niños robados y vendidos a "buenas familias", católicas y pudientes, por supuesto.
En un principio los vendían a 50.000 pesetas, en los años 50, y con el tiempo la tarifa llegó al millón.
Ya sabíamos que también robaron cadáveres de republicanos, en cementerios de pueblos, y se los llevaron al Valle de los Caídos.
El franquismo, tan añorado por la derechona (ahora llamada "centro") y por la iglesia de Don Benedictus, es una de las etapas más vomitivas de la historia de España, bendita tierra en donde puso su trono el amor.