Observaciones

Un coche se detiene ante un paso de cebra y aguanta pacientemente a que pasen media docena de peatones que caminan sin prisas, e incluso tiene el detalle de esperar a una ancianita rezagada que tira cansinamente de su perro caniche remolón. No hay que asombrarse, es el coche de una autoescuela.

En un tramo del pasillo del autobús urbano al que acabo de subirme, camino por un alfombra de hojas de periódico gratuito. No están pintando el autobús por dentro, así que no hace falta cubrir el suelo con papeles. Debe de tratarse de una nueva moda.