Cuestión de imagen

Jhon Galliano es un hijo de puta al que se le ha ido la pinza. Como Gadafi pero en otra tesitura. El insufrible Galliano, que trabajo como diseñador para Christian Dior, se tomó unas copas de más y les dijo a unos chicos: "Adoro a Hitler", y luego añadio: "Personas como vosotras estais muertas. Vuestras madres y vuestros padres habrían sido gaseados" Ni Javier Clemente y Mourinho juntos le superan.
El presidente de la firma ha despedido a este energúmeno. Quizá más por imagen que por otra cosa. Galliano es un perfecto bellaco que piensa así, no es que se le hayan cruzado los cables. Tristemente, hay muchos bellacos en la onda de este tipejo. Pero su estatus de gran diseñador internacional no ha servido para que se mordiese la lengua. Su imagen de gran creador por los suelos... por gilipollas.


Han detenido a cuatro etarras, dos chicas y dos chicos. Escucho comentarios en la radio: "¡Qué jóvenes!"; "¡Qué caras de críos tienen!"; "Si parece que no han roto un plato en su vida!"...
¿Es la nueva imagen que quiere dar ETA para después de las elecciones?... No se parecen en nada estas caras de "niños buenos" con las de los otros borricos, los veteranísimos etarras que dan coces en los juzgados o miran con un odio inmenso a las cámaras de fotógrafos y televisiones.


También se espeña en mejorar su imagen el reyezuelo de Marruecos. Invitó a los fotógrafos al cumpleaños de su hijita. Y ahí los tenemos a todos tan felices, papá, mamá y las dos criaturillas, posando en plan reportaje del Hola. La pequeñuela sopla las cuatro velitas de la tarta y papá "sonríe dichoso", como dicen en los pies de foto del cuore. Pero la procesión va por dentro: "Arde Oriente Próximo, ¿me va a tocar a mí también?"