Son una plaga en Japón. Parece mentira pero uno de cada cuatro detenidos por robo durante 2.010 era un abuelete. Increible pero cierto, un hombre o una mujer mayor de 65 años te atraca una tienda como su fuese un jovenzuelo marginal cualquiera.
Hay una explicación lógica: Viven en una situación muy precaria, no tienen techo, han sido abandonados por sus familias, están solos en la vida y saben que en la cárcel recibirán cuidados, comerán a diario, harán amistades y hasta les darán obligaciones para que no se aburran. ¡La cárcel rejuvenece, les hace sentirse bien! La cárcel es para determinados abuelos japoneses lo que el más maravillososo viaje del Imserso para los abuelos españoles. ¡Y a lo mejor hasta ligan!
Corruptos y etarras
A los batasunos podrían cortarles la oportunidad de presentarse a las elecciones de Mayo. Eso de "rechazar" el terrorismo y no "condenarlo" está hiriendo muchas susceptibilidades.
Camps y compañía, sin embargo, quizá lo logren, porque el amiguito del alma maniobra astutamente para retrasar la causa en la que está implicadísimo.
Lógicamente, está peor visto el terrorismo que la corrupción. A lo mejor un día se acaba ETA pero no hay visos de que se acabe con los ladrones de guante blanco y traje impecable de los fondos públicos. El dinero es más tentador que el sexo, y eso lo sabe hasta el Altísimo Clero. La carne es débil pero la avaricia es crónica.
