La noticia apenas ocupa espacio aunque viene con una foto. El suceso pone los pelos de punta, y eso que ya estamos habituados a todas las maldades habidas y por haber. Ha ocurrido en Kenia. El titular es el siguiente: "La policía ejecuta en la calle a tres hombres"
Casi nada, Harry el Sucio al lado de estos es un buenazo. La realidad, como siempre, supera la ficción. Son tres presuntos delincuentes, pero en Kenia, visto lo visto, son sencillamente delincuentes y como tales deben morir. Nada de juicios, nada de derechos humanos u otras modernidades. A sangre fría, en plena calle y en hora punta de tráfico. Los sospechosos estaban tendidos en el asfalto y los policías les dispararon varias veces a la cabeza.
El periódico no cuenta qué delito cometieron los delincuentes. Sólo sabemos que la policía cometió tres asesinatos, pero eso no debe ser delito en ese país.
Han dejado cortos a los hijos de puta de los policías marroquís y tunezinos.
Descansen en paz los delincuentes mártires.
