Para morirse

Un momento, señores, que esto no tiene desperdicio. Dice Chavela Vargas: "La muerte es muy hermosa. Todos hablamos mal de ella porque no la hemos vivido. Yo hablo con la vida y hablo con la muerte, y las dos me parecen muy interesantes"
Vamos a ver, Doña Chavela. Con todos mis respetos, yo pienso que usted chochea, lo cual tampoco es reprochable porque todos chochearemos a su edad, menos Aznar y Alfonso Ussía que han empezado a chochear antes.
Lo primero: Yo hablo mal de la mierda y, sin embargo, no la he comido nunca. No necesito probar las excrecencias que expulsan otros o las mias para saber que no me gustan.
Sigamos, dice usted que "no ha vivido la muerte". Explíqueme en qué se fundamenta para pensar que va a "vivir la muerte" La muerte significa que ya no estamos, señora mia, que estamos muertos, muertitos, fiambres..., por lo tanto no sentimos ni padecemos. No somos, no estamos. Ya lo dijo el filósofo, no recuerdo ahora cual de ellos: "¿Para qué preocuparnos de la muerte si cuando ella está, no estamos nosotros, y cuando estamos nosotros, no está ella" Así de simple.
Dice usted que ambas le parecen "interesantes", la vida y la muerte. Apostaría que a muchos habitantes de esta mierda de mundo les parece más interesante la muerte que la vida, por ejemplo a aquellos que, después de padecer incontables sufrimientos en vida, han terminado convertidos en cadáveres abandonados en las calles de Haití. Podría seguir con más ejemplos, muchísimos más, ya lo sabe usted.
De cualquier forma, sus idioteces, Doña Chavela, son más simpáticas que lo que dicen los entrenadores de fútbol y los tertulianos de las televisiones basura.
A lo mejor, un día de estos, se nos aparece Michael Jackson y nos cuenta lo bien que se lo está pasando desde que murió. Si me convence, me muero echando hostias.