Pérez y Baldizón (1)


Karen Cancinos

Los asociados: quiénes están con quién.

Propongo que demos un vistazo a los aliados de Otto Pérez y de Manuel Baldizón. Eso es tan o más importante que diseccionar a los candidatos mismos, por aquello de que si me dejas saber con quién te asocias, sabré en gran medida quién eres.

A primera vista, pareciera que no existen diferencias significativas entre ambos. Que los dos son “de derecha” afirman. Ya quisiera yo. Que los dos representan intereses de “oligarquías capitalistas”, nomás que uno “de la tradicional”, el otro “de la emergente”. Palmotearía yo de gusto si ambos supieran las bondades de los mercados abiertos, aunque concedo que Baldizón sí es oligarca, en tanto gestor de intereses sectarios inconfesables. Se las arregló para especializarse en eso en menos de diez años, al tiempo que era diputado, cuidaba a su joven familia, participaba en la administración de los negocios de sus parientes, cursaba maestrías en el extranjero, culminaba doctorados, dirigía campañas políticas y fundaba su propio partido. Ajá.

Sin embargo, las similitudes entre ambos terminan en el Congreso. Me explico. La catadura de algunos de los diputados electos de la bancada del PP es bien conocida: buena parte del FRG fue a recalar allí y, de esa manera un Crespo, un Saravia, unos hermanos Quej, unos hermanos Arévalo, y otros, siguen bien apoltronados en unas curules que han envilecido a fuerza de politiquería tránsfuga. Por su parte, los diputados electos de LIDER, con la excepción de uno o dos novatos, vienen de las filas de la UNE o de la GANA. Qué mescolanza indecente, en verdad.

La menguada talla de muchos de sus diputados electos es la similitud entre Pérez y Baldizón. No es insignificante, pero está limitada al Legislativo. Veamos ahora las diferencias, que las hay, y considerables, comenzando por los aliados de cada candidato.

Con Pérez se han aliado Caballeros y Torrebiarte. Un ex pastor arrogante y bastante desagradable, pero con ideas claras y la cabeza en su sitio, y una ex activista que enarboló la bandera de “gente decente” con licencia, pues ella es precisamente eso. No es que vayan a aportarle a Pérez un tremendo caudal de votos, pero esta reflexión no va por la línea de si el voto es o no endosable, sino por el hecho de que los individuos con los que uno se junta, se asocia o se alía dice más sobre uno que sobre ellos.Poquitos aliados, ¿verdad? Supongo que es ahora cuando a Pérez ha de pesarle el horroroso triunfalismo del que hicieron gala él y sus correligionarios más cercanos. Espero que los resultados del 11 de septiembre pasado les hayan dado una lección de humildad y de filosofía política: nada hay tan veleidoso como la preferencia de las masas, y nada tan engañoso como el entusiasmo de una multitud que se dispersa más rápido de lo que se junta.Ahora, los aliados de Baldizón. Metamos en un mismo saco a Juan Gutiérrez, Sandra Torres, Rigoberta Menchú, Álvaro Arzú, Laura Reyes, la parentela Cerezo Blandón y algunos otros del mismo jaez, como Mario Estrada, el rey del tenis y su ex Zury Ríos (la parte del FRG que se volvió UCN o que sencillamente no se fue con el PP). ¿Qué tienen en común gente tan dispar? El oportunismo más puro y duro. Para todos hay, les ha dicho Baldizón, y ellos no han terminado de escuchar el ofrecimiento de oro y moro para unirse a la “gran cruzada” del petenero funesto.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 07 de octubre 2011.