Joan Manuel Serrat - Hijo de la luz y de la sombra

A 38 años del primer disco en que musicalizara a Miguel Hernández, Serrat vuelve a transitar la obra del poeta de Orihuela, cuando se cumple el centenario de su nacimiento.

Pero además del número redondo, Serrat -lector atento y protagonista de la realidad política de su tiempo- es consciente de la trascendencia de su gesto, que evoca a un poeta-símbolo de la lucha contra el franquismo, cuando España, trabajosamente, comienza a enfrentarse al legado de los crímenes de la dictadura. El catalán se sumerge en distintos rincones de la vasta obra de Hernández (2500 páginas, de un poeta que murió a los 31 años), con la extraordinaria sensibilidad que tiene para la difícil tarea de poner música a poemas preexistentes.

La voz inconfundible de Serrat encuentra su correspondencia en las sutiles orquestaciones de Joan Albert Amargós, en canciones que recorren la balada, influencias de la copla y el flamenco, aires de son cubano y hasta algunos compases de tango. Las obras de Hernández elegidas alternan la gravedad de sus poemas militantes ("Uno de aquellos", dedicado a las brigadas internacionales) con otras que ensalzan los valores del amor y la vida ("Sólo quien ama vuela"), lo que colabora para reforzar la idea del Nano sobre, en sus propias palabras, "la intemporalidad de su poesía [son] versos que siguen sonando tan sólidos y frescos como si hubieran sido escritos ayer y aquí".

Por Claudio Kleiman
Fuente: RollingStone